Por Qué Enfocarse en el Crecimiento Importa Más que la Perfección en la Crianza de un Niño con TDAH
Cuando estás criando a un niño con TDAH, a veces parece que cada día trae nuevos recordatorios de lo que es difícil: la tarea olvidada, los estallidos emocionales, las constantes redirecciones, las rutinas que no logran mantenerse. Es fácil que tu mente vaya directo a lo que no está funcionando. Pero aquí hay un cambio de mentalidad que puede transformar todo: concéntrate en el crecimiento, no en la perfección.
El crecimiento es silencioso. Es sutil. A veces se ve como dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. Pero siempre está ocurriendo, incluso cuando el progreso se siente lento o invisible.
Por Qué el Crecimiento a Largo Plazo Importa
Los niños con TDAH no se desarrollan en línea recta. Sus cerebros están diseñados para la creatividad, la curiosidad, la energía y el pensamiento profundo, pero pueden tardar más en dominar habilidades como la planificación, la organización o la autorregulación emocional.
Cuando mides el progreso por la perfección o comparándolo con otros, siempre te sentirás atrás.
Pero cuando lo mides por cuánto ha avanzado tu hijo desde su propio punto de partida, comienzas a ver los verdaderos logros.
El Crecimiento Aparece en los Momentos Más Pequeños
El crecimiento puede verse así:
Una rabieta que termina antes que la última vez.
Un recordatorio que aceptan sin una gran reacción.
Terminar una tarea que antes parecía imposible.
Pedir ayuda en vez de rendirse.
Intentarlo de nuevo después de un error.
Estos momentos importan. Son señales de que tu hijo está desarrollando habilidades—no de la noche a la mañana, sino de manera constante.
Cómo Cambiar tu Perspectiva hacia el Crecimiento
Aquí tienes algunas maneras sencillas de ayudar a tu familia a enfocarse en el crecimiento:
Celebra el esfuerzo, no solo el resultado.
“Trabajaste muy duro en eso” tiene más impacto a largo plazo que “Lo hiciste bien.”Usa lenguaje que refuerce el progreso.
En lugar de “Siempre se te olvida”, prueba “Ayer sí te acordaste—veamos qué te ayudó.”Registra los avances.
Una pequeña libreta, una nota en tu teléfono o incluso un “registro semanal de logros familiares” puede aumentar la confianza de todos.Acepta los retrocesos.
El crecimiento no debe ser perfecto ni lineal. Los días difíciles no eliminan el progreso logrado en los días buenos.Modela tu propio crecimiento.
Cuando tú muestras que estás aprendiendo, intentando o mejorando tus propios hábitos, tu hijo ve que el crecimiento es una habilidad de por vida.
Por Qué Esto También Es Importante Para Ti
Cuando cambias de la perfección al crecimiento, tu estrés disminuye. Dejas de esperar que tu hijo sea alguien que no es y comienzas a apoyar quién está llegando a ser. Ves sus fortalezas con más claridad. Respondes con más calma, más confianza y más conexión.
Y eso es exactamente lo que tu hijo más necesita: un padre o madre que crea en su capacidad de crecer.
Tu Hijo Está Avanzando—Incluso Cuando Es Despacio
El crecimiento no hace ruido. No siempre se ve. Pero está ocurriendo, cada vez que tu hijo intenta, cada vez que lo apoyas, cada vez que ambos vuelven a centrarse después de un momento difícil.
Sigue enfocándote en el crecimiento.
Ahí es donde vive el cambio real—y la esperanza real